Primer día de surf: emoción, nervios y muchas ganas
Si estás leyendo esto, probablemente estés a punto de vivir una experiencia que recordarás toda la vida. Imagina que llegas a un surf camp en Cantabria, el cielo azul, el sonido de las olas de fondo y esa mezcla de emoción y nervios recorriéndote el cuerpo. Te preguntas cómo será, si serás capaz de ponerte de pie en la tabla, si las olas serán demasiado grandes o si harás el ridículo delante de los demás. Tranquilo, esas dudas son más comunes de lo que crees.
Por eso, en este artículo vamos a hablar de qué esperar en tu primera clase de surf, paso a paso, para que llegues preparado y, sobre todo, relajado. La idea es que disfrutes al máximo de la experiencia sin preocuparte de lo que va a pasar.
Antes de tu primera clase de surf: cómo prepararte
Preparar el cuerpo y la mente
Tu primera clase de surf no es una competición, sino un primer encuentro con el océano. No necesitas estar en forma de atleta, pero sí venir descansado y con la mente abierta. Dormir bien la noche anterior es clave: el surf exige energía y concentración.
El desayuno también cuenta. Nada de comidas pesadas antes de entrar al agua. Opta por algo ligero y nutritivo, como fruta, avena o yogur. Hidrátate bien, pero evita llegar al agua con el estómago lleno.
Qué llevar contigo
Aunque la mayoría de surf camps en Cantabria te proporcionarán tabla y traje de neopreno, hay algunas cosas que conviene llevar:
- Toalla y muda seca para después.
- Protector solar resistente al agua.
- Chanclas o escarpines para caminar por la playa.
- Agua para mantenerte hidratado.
Un detalle importante: deja el reloj, las joyas y cualquier objeto metálico en el alojamiento. No solo se pueden perder, sino que pueden ser peligrosos en caso de caída.

Qué esperar en tu primera clase de surf
El recibimiento y la primera toma de contacto
Al llegar al surf camp, lo habitual es que te den la bienvenida, te presenten a los monitores y al resto del grupo. Es un momento ideal para romper el hielo y empezar a sentirte en confianza.
Después, se elige el equipo adecuado: el neopreno de tu talla y la tabla que mejor se adapte a tu nivel. Los principiantes suelen usar tablas grandes y estables, llamadas softboards, perfectas para aprender con seguridad.
La parte teórica en la arena
Antes de tocar el agua, llega el momento de la teoría. Y no te preocupes: no es aburrida. En apenas 15-20 minutos aprenderás las normas básicas de seguridad, cómo identificar las zonas donde romperán las olas, cómo entrar y salir del agua de forma segura y, por supuesto, la técnica de take-off (ese movimiento para pasar de tumbado a de pie sobre la tabla).
Los monitores suelen hacerlo de forma divertida, con ejemplos prácticos y corrigiendo tu postura en la arena antes de que entres al mar. Esto es fundamental para evitar frustraciones en el agua.
La emoción de entrar al agua
Llega el gran momento: entras al agua con el grupo y el monitor te guía hacia la zona donde las olas son suaves y seguras. Aquí, lo primero es aprender a remar tumbado en la tabla, sentir el movimiento del mar y familiarizarte con el equilibrio.
Al principio, no te preocupes por ponerte de pie. Lo importante es ganar confianza. La mayoría de alumnos consiguen ponerse de pie en la primera o segunda sesión, pero si no lo logras el primer día, no pasa nada: lo que cuenta es disfrutar del proceso.
Consejos para aprovechar tu primera clase de surf
Mantén expectativas realistas
No es necesario dominar el surf el primer día. Cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje. El objetivo de esta primera experiencia es que pierdas el miedo al agua, aprendas las bases de seguridad y empieces a conectar con el mar.
Escucha a tu monitor
Los monitores certificados tienen años de experiencia enseñando a personas que están exactamente en tu situación. Confía en ellos, pregunta todas las dudas que tengas y sigue sus indicaciones: marcará la diferencia en tu progreso.
Ríe y disfruta
Te vas a caer. Muchas veces. Y eso es parte de la magia. Cada caída es una oportunidad para aprender y mejorar. Así que ríe, disfruta y celebra cada pequeño avance, aunque sea remar un poco mejor o mantener el equilibrio unos segundos más.
La experiencia en grupo: más que una clase, un momento para recordar
Uno de los grandes beneficios de hacer tu primera clase de surf en un surf camp es el ambiente. Estás rodeado de personas que, como tú, están empezando. Esto genera apoyo mutuo, risas compartidas y motivación extra.
Los grupos reducidos son especialmente valiosos porque permiten que el monitor se centre en cada alumno, te corrija en el momento y haga que tu experiencia sea mucho más personalizada y segura.

Después de la clase: cómo cuidar tu cuerpo
Al salir del agua, dedica unos minutos a estirar. Los hombros, la espalda y las piernas han trabajado más de lo que imaginas. Hidrátate bien y come algo saludable para recuperar energía.
Si tu plan es hacer varias clases seguidas, cuidar de tu cuerpo es esencial para evitar agujetas excesivas. Un baño de agua templada y una buena noche de descanso harán maravillas para que llegues fresco a la próxima sesión.
Tu primera clase es el comienzo de algo grande
Si te estabas preguntando qué esperar en tu primera clase de surf, ahora ya lo sabes: no es solo aprender a ponerte de pie en la tabla, es vivir una experiencia que combina deporte, diversión y conexión con el mar.
Hacer tu primera clase en un surf camp en Cantabria con monitores certificados te da la tranquilidad de que estás en manos expertas y en un entorno seguro, ideal para principiantes. Así, podrás concentrarte en lo importante: sentir la ola, reírte de las caídas y disfrutar de un momento que, con mucha probabilidad, querrás repetir.
Preguntas frecuentes sobre la primera clase de surf
No es necesario. La clase se adapta a tu nivel y ritmo. Lo importante es estar motivado y con ganas de aprender.
Muchas personas lo logran en la primera clase, pero no es obligatorio. Cada alumno progresa a su ritmo.
Es completamente normal. Los monitores están preparados para ayudarte a ganar confianza poco a poco.
Suelen durar entre 1,5 y 2 horas, incluyendo la parte teórica y el tiempo en el agua.
No. El surf camp te proporcionará tabla, neopreno y todo lo necesario. Solo lleva toalla, agua y muchas ganas.